31 dic 2013

Fluir

Hace un par de años escribí unas reflexiones que quiero que sirvan como primera entrada en toda regla del blog tras la introducción; copio y pego:

Quería, desde hace algún tiempo, escribir unas líneas con mis propias palabras, acerca de un estado mental en el que se entra de vez en cuando, en determinados momentos. Esta semana me ha sucedido con cierta asiduidad.

Ocurre de vez en cuando, no siempre. Se ha de desear, es condición necesaria, aunque no siempre que se desea se consigue.

Hablo de estar en flujo, o estar en "la zona", aunque yo diría, más bien: "ser flujo".
Cuando uno realiza una actividad de su agrado, algo que le plazca, que le aporta un beneficio, y en lo que tenga práctica, a veces llega un momento, cuando se hace muy bien, en el que parece que a uno no le cuesta ningún esfuerzo la consecución de su actividad y el logro de sus objetivos.

En esos momentos, uno deja de realizar un esfuerzo de manera consciente. Parece que no se invierte ninguna energía en la actividad y, paradójicamente, el rendimiento aumenta al máximo, muchas veces hasta extremos insospechados.
En esos momentos, se pasa del esfuerzo consciente a ser simples catalizadores de toda nuestra energía y la de nuestro entorno, estamos en plena armonía con él.
Somos energía, y formamos parte de ese flujo universal que lo mueve todo.

De esta manera es como podemos alcanzar todos los objetivos que puedan ser planteados.

Ciencia, arte y deporte, en su estado más puro, no son más que distintas manifestaciones del estado de flujo. Realmente, el trabajo de un científico, llevado a su esencia es muy parecido, por no decir igual, al de un deportista o un artista.

Esta semana lo he experimentado varias veces, corriendo por la orilla del mar, a última hora de la tarde, en un magnífico escenario, entre la playa, la ciudad, el mar y el cielo.
A lo largo de mi vida también lo he podido experimentar intensamente dibujando, cuando estudié para el selectivo, en el amor y en situaciones emocionalmente intensas. 

Pienso que todos deberíamos dejarnos llevar de vez en cuando por esta corriente universal, cada uno a través de aquello para lo que ha sido llamado en esta vida, pues es la única forma de estar en paz consigo mismo, y por tanto, con los demás.



Bienvenidos

Llevaba algún tiempo con la idea en mente de hacerme un blog y por fin me he lanzado en esta madrugada del último día del 2013, madrugada como pudiera ser cualquier otra salvo por el detalle de que estoy resfriado y posiblemente con fiebre en estos momentos, cosa poco frecuente en mí, a pesar del chute de vitaminas que he estado ingiriendo en forma de zumo de cerca de una decena de naranjas el cual no parece surtir ningún efecto positivo, ni siquiera el placebo, aunque es algo que ahora mismo no me preocupa tanto como escribir algo que supere ligeramente lo legible como primera entrada de mi nuevo espacio.

El porqué del título del blog responde a las dos magnitudes que en estos momentos puedo decir que rigen todas mis acciones y por tanto mi vida:

  • El caos, es decir la confusión, el desorden, lo imprevisible rige con gran autoridad el torrente errático de mis pensamientos que a menudo aparecen y se esfuman con rapidez y se entremezclan entre sí sin atender a criterios de categoría, intensidad ni ningún otro que la lógica común sea capaz de contemplar. Tan solo en momentos de estudio y reflexión consigo crear parcelas de orden que flotan en un océano de anarquía mental.
  • La energía, es la fuerza que me impulsa a emprender nuevas acciones, a ilusionarme con algún proyecto de futuro y en definitiva es lo que me lleva a realizar cambios en mi vida, está directamente relacionada con el mundo de las emociones, y de ahí su gran trascendencia. Su aparición e intensidad siempre son imprevisibles por suerte y por desgracia, realmente es el motor que me mueve en todos los ámbitos.
No voy a establecer una temática concreta para el blog; se podría decir que el hilo conductor de éste será el dar salida y un poco de orden a ese fluir constante de pensamientos de todo tipo que me invaden. Así pues aquí habrá espacio para la arquitectura (carrera que estoy finalizando), temas de actualidad, arte, ciencia, historia, poesía etc... intentando en la medida de lo posible reflejar un espíritu crítico y reflexivo.

Mi deseo sería que el blog se enriqueciera con diversidad de opiniones, que fuera un espacio para compartir reflexiones y experiencias, todo ello siempre desde el respeto. No voy a pretender ser un experto en materias que desconozco, en tales casos aportaré mi opinión intentando ser lo más objetivo posible, a la par que crítico. La finalidad última de esto es que podamos disfrutar y aprender todos.

Tras haber aguantado este tostón (lo del resfriado podría haberlo omitido, por eso si has llegado hasta aquí tienes mérito), solo me queda daros la bienvenida y esperar que disfrutéis.

¡Un abrazo!